Si a la playa se le hiciese más arreglos como retirarle las piedras con limo, poner aunque sea palos para señalizar hasta donde se pueda bañar las personas, se la rellena con gravilla, se le acondiciona el rompeolas, se le colocan preciosos negocios de lujo y se le interviene en su parte sur para seguir retirando los erizos, tal vez ya no sería necesario ir a San Rafael o Los Patos, las playas más peligrosas de Barahona, porque aquí usted disfrutará de las grandes olas que le ofrecerá El Quemaito del futuro al acondicionarse el rompeolas y hacerlo más fuerte de lo que es ahora, pero permitiendo que las olas penetren al área sin alterar sus movimientos, aunque se les disminuyan sus fuerzas.
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